martes, 27 de marzo de 2012

"Un rincón de Salsacate en otoño"                                         
         G. Acevedo 



¡AY DIOS MÌO!

Permíteme ser luz
más allá
de las turbulencias que azotan a mi alma.







AMANECER OTOÑAL

Quieta y desnuda
la rama del nogal
acurruca el primer rayo de sol.

La mañana se despereza.
Explotan los colores!
Canta la vida!
Renace la ilusión!

                                                                                                                Gladys Acevedo



miércoles, 7 de marzo de 2012

MUJERES


En el río de la vida nos encontramos juntas Amigas, Hermanas.

¡FELIZ DÍA DE LA MUJER!


Ví la lluvia escurriéndose entre la greda,
sus gotas lavaban desolaciones
revueltas con la niebla del silencio.

 Todas juntas, apretujadas,
 descendían en pequeños arroyuelos
cruzando grietas, rocas y verdes praderas.

Mil calles, mil senderos
centellando en la frescura de la tarde.

Cada una caminando por su senda,
cada una guardando su silencio.

Y las gotas, todas juntas, en un río se unieron
para danzar entre las piedras
y mojar la dorada arena.

Todas juntas en un inmenso espejo
bebieron la luz del sol
y el color del profundo cielo.

                                                                                              Gladys Acevedo



viernes, 2 de marzo de 2012


LOS SAUCES DEL JAIME

Verdes sauces se inclinan
cual ninfas en suspenso
cuando los dorados del ocaso
pincelan el paisaje.

Sus cabelleras arremolinadas
mirándose en el espejo,
le cantan a la tarde
su alegría en esmeraldas.

Se embriaga el río
con tanta seducción,
y hebras de la tarde
cuajadas de brillos
se enredan perfumadas
en el vuelo de las aves
en una sola canción.

Gladys Acevedo
Poeta Pochana

Mi Sentir

Poemas en homenaje a la tierra que me adoptó:Pocho, departamento del oeste cordobés en Argentina.

¡Pampa de Pocho!
Te despliegas perezosa
entre palmares y algarrobales;
entre aromas, silencios
y lastimeros churcales.

Tu silueta lujuriosa funde
el ritmo cadenciosos de tus ríos,
el rojo estridente de mil atardeceres
junto a la transparencia de tu cielo
fileteado de volcanes.-

¡Pampa de Pocho!
Bendita tierra tapizada de verdores,
embriagada por tus encantos
esperas pacientemente
el fruto de tus maizales


(Antología S.A.D.E 99 Poesía)


REMINISCENCIAS

REMINISCENCIAS

Puchú, Puchú.
tu nombre de valiente
ha quedado hundido
en el corazón de la pampa pochana;
esa tierra bendita
que atesora mil batallas.
Tus huellas duermen
bajo los caminos polvorientos;
mientras brota quejumbrosa la sal
desde la profundidad de tus dominios.

Tu raza quedó escondida
bajo la alfombra de maizales
vertiendo la fuerza de un pueblo
ya desaparecido.
La misma luna,
el mismo sol,
las mismas sierras
que tus ojos absorbieron
para prenderse de tu corazón.

Puchú, Puchú,
el latido de tu pecho bravío
estalla cada atardecer
en su matiz enrojecido.
Mientras, el canto de tu tierra
duerme entre miles de palmares
sacudiendo sus crestas
sobre misteriosos pedregales.
(Traslasierra. Voces del 2.000. Antología)


CANTO A TANINGA

CANTO A TANINGA

Taninga,
quiero pintarte
con brillos de estrellas,
con hebras de lunas.

Taninga,
deseo cantarte
con murmullo de agua
brincando de piedra en piedra.

Taninga,
quiero salpicar tus lomadas
con brisas de noches veraniegas.

Aquietarte con el frío de los inviernos
abrazada por el gélido viento sureño.

Taninga,
quiero alumbrar
la alfombra aterciopelada
de tus pastizales.
Quiero aunar el canto de los grillos,
de las chicharras
y el andar silencioso
de graciosas vizcachas.

Quiero pintarte con mis sueños
desatando mi canto
mientras cabalgo entre tus
cerros y lomadas.
(Traslasierra. Voces del 2000.
Antología)



DESCUBRIR

DESCUBRIR
Velia Villarreal

En esas noches pochanas,
acunada con el suave cantar de las chicharras,
descubrí la inmensidad
entre destellos de noches estrelladas.

Y aquí me encontré,
entre sierras y palmares,
bajo una luna dibujada.


Y aquí me quedé,
para el ver el verdor de los maizales,
para sentir la fragancia diáfana
de hierbas y algarrobales.

Pocho, Pocho !
Eres la tierra donde ha quedado mi simiente.
Un hijo que absorbe tu esencia tradicional,
las siluetas de tus cerros,
el color de tus amaneceres,
la transparencia de tus ríos
recorriendo caminos de piedra y sal.

(Traslasierra. Las voces del 2000 . Antología)