gris cemento
gris cielo
gris las calles
gris mi pelo.
Pálidas las sombras
pálidas las miradas
pálidas las palabras
que surgen de mil bocas
pálidas.
Y los pájaros...
dónde están?
Dónde sus nidos,
su canto,
el aleteo cortando la brisa,
el tiritar de las ramas
con sus saltos y juegos?
Aguzo mi oído.
Busco la música en el aire.
Sirenas,
sonidos extraños,
estridentes,
reptan por las calles,
en todos los rincones.
Mañana urbana
de silencio y cemento
de cielo gris
retaceado
entre edificios altos y grises.
Mañana urbana
desde el 5to C
Tal vez soy pájaro
atrapado en esta jaula,
un pájaro aleteando
en el 5to C.
Gladys Acevedo
Córdoba. Julio 2024
Suspira la acacia
desnuda en el jardin.
Tintinean sus vainas,
danza con el viento
vestida de soledad.
La noche se pliega.
Los cerros se llenan
de luminosidad.
Llega el sol!
Y abre la mañana
en un abrazo de amor.
No está sola la acacia.
Tiritan sus ramas
resplandecen sus vainas
con destellos de amor.
Gladys Acevedo
Córdoba. Julio 2024
Cruje la soledad.Escapa la noche.
Silencios dormidos
abren sus huecos.
Gorjeo y trinos
visten la mañana
fría y solitaria.
Gladys Acevedo
Córdoba. Julio 2024
Mi Sentir
Poemas en homenaje a la tierra que me adoptó:Pocho, departamento del oeste cordobés en Argentina.
¡Pampa de Pocho!
Te despliegas perezosa
entre palmares y algarrobales;
entre aromas, silencios
y lastimeros churcales.
Tu silueta lujuriosa funde
el ritmo cadenciosos de tus ríos,
el rojo estridente de mil atardeceres
junto a la transparencia de tu cielo
fileteado de volcanes.-
¡Pampa de Pocho!
Bendita tierra tapizada de verdores,
embriagada por tus encantos
esperas pacientemente
el fruto de tus maizales
(Antología S.A.D.E 99 Poesía)
Puchú, Puchú.
tu nombre de valiente
ha quedado hundido
en el corazón de la pampa pochana;
esa tierra bendita
que atesora mil batallas.
Tus huellas duermen
bajo los caminos polvorientos;
mientras brota quejumbrosa la sal
desde la profundidad de tus dominios.
Tu raza quedó escondida
bajo la alfombra de maizales
vertiendo la fuerza de un pueblo
ya desaparecido.
La misma luna,
el mismo sol,
las mismas sierras
que tus ojos absorbieron
para prenderse de tu corazón.
Puchú, Puchú,
el latido de tu pecho bravío
estalla cada atardecer
en su matiz enrojecido.
Mientras, el canto de tu tierra
duerme entre miles de palmares
sacudiendo sus crestas
sobre misteriosos pedregales.
(Traslasierra. Voces del 2.000. Antología)
Taninga,
quiero pintarte
con brillos de estrellas,
con hebras de lunas.
Taninga,
deseo cantarte
con murmullo de agua
brincando de piedra en piedra.
Taninga,
quiero salpicar tus lomadas
con brisas de noches veraniegas.
Aquietarte con el frío de los inviernos
abrazada por el gélido viento sureño.
Taninga,
quiero alumbrar
la alfombra aterciopelada
de tus pastizales.
Quiero aunar el canto de los grillos,
de las chicharras
y el andar silencioso
de graciosas vizcachas.
Quiero pintarte con mis sueños
desatando mi canto
mientras cabalgo entre tus
cerros y lomadas.
(Traslasierra. Voces del 2000.
Antología)
En esas noches pochanas,
acunada con el suave cantar de las chicharras,
descubrí la inmensidad
entre destellos de noches estrelladas.
Y aquí me encontré,
entre sierras y palmares,
bajo una luna dibujada.
Y aquí me quedé,
para el ver el verdor de los maizales,
para sentir la fragancia diáfana
de hierbas y algarrobales.
Pocho, Pocho !
Eres la tierra donde ha quedado mi simiente.
Un hijo que absorbe tu esencia tradicional,
las siluetas de tus cerros,
el color de tus amaneceres,
la transparencia de tus ríos
recorriendo caminos de piedra y sal.
(Traslasierra. Las voces del 2000 . Antología)