Me aquieto en mi sombra
al compás de la arena
que cae desde el brocal.
Serena la luna se mira
en la fuente de cristal.
Graciosas estrellas otean,
entre ramas
inquietas
que danzan sin
parar.
Frágil se arrulla en el canto
de esta noche mágica sin igual.
Mi sombra esconde los sueños
tejidos con alas de libertad,
se viste de gala cuando mira
la luna atravesando la oscuridad.
Gladys Acevedo