miércoles, 14 de abril de 2010

VALE LA PENA


Desdeñas los frutos de la esperanza
a cambio del falso destello del metal.
Te aquietas en el estruendo de la ciudad
entre telones de cemento y celofán.

Si tu corazón fue pintado
con los colores del arco iris,
tu risa engendrada desde la brisa
que refresca con sus caricias,
¡cómo puedes olvidar la luz
que fluye desde tu alma celestial!

Tal vez el Amor
se petrificó en el olvido
y la memoria de tiempos idos
se estampó en muros grises y fríos
llenándote de soledad,
corriendo por tus venas sólo el vacío.

Pero nunca es tarde
para encontrar el cincel.
Rompe la coraza
que cubre la esencia de tu ser.
Libera tus ataduras aunque sea a dentelladas.
Vale la pena perder los dientes
en tamaña hazaña aún rasgando la piel.

Y descubre la libertad
tejiendo esperanzas, compartiendo sueños
por ese mundo que vive latiendo
entre tanta soledad.


Todo es posible pues existe
la fe, la esperanza y el amor
barcas inmortales que superan
las tormentas de tanta maldad.
Súbete sin temores,
en cada una de ellas está tu lugar,
naveguemos juntos en el mar de la fraternidad.

Este poema fue leído el pasado lunes por Ricardo Morén quien junto a Nilda de Luca conducen el programa "La Balsa" ELI-T” FM 97.1 LA RADIO DE QUILMES, todos los lunes de 22 a 24 horas.
Gracias Nilda y Ricardo!

1 comentario:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Gladys: un poema realista. Claro que vale la pena romper las ataduras para poder ser. Un abrazo de,

Mi Sentir

Poemas en homenaje a la tierra que me adoptó:Pocho, departamento del oeste cordobés en Argentina.

¡Pampa de Pocho!
Te despliegas perezosa
entre palmares y algarrobales;
entre aromas, silencios
y lastimeros churcales.

Tu silueta lujuriosa funde
el ritmo cadenciosos de tus ríos,
el rojo estridente de mil atardeceres
junto a la transparencia de tu cielo
fileteado de volcanes.-

¡Pampa de Pocho!
Bendita tierra tapizada de verdores,
embriagada por tus encantos
esperas pacientemente
el fruto de tus maizales


(Antología S.A.D.E 99 Poesía)


REMINISCENCIAS

REMINISCENCIAS

Puchú, Puchú.
tu nombre de valiente
ha quedado hundido
en el corazón de la pampa pochana;
esa tierra bendita
que atesora mil batallas.
Tus huellas duermen
bajo los caminos polvorientos;
mientras brota quejumbrosa la sal
desde la profundidad de tus dominios.

Tu raza quedó escondida
bajo la alfombra de maizales
vertiendo la fuerza de un pueblo
ya desaparecido.
La misma luna,
el mismo sol,
las mismas sierras
que tus ojos absorbieron
para prenderse de tu corazón.

Puchú, Puchú,
el latido de tu pecho bravío
estalla cada atardecer
en su matiz enrojecido.
Mientras, el canto de tu tierra
duerme entre miles de palmares
sacudiendo sus crestas
sobre misteriosos pedregales.
(Traslasierra. Voces del 2.000. Antología)


CANTO A TANINGA

CANTO A TANINGA

Taninga,
quiero pintarte
con brillos de estrellas,
con hebras de lunas.

Taninga,
deseo cantarte
con murmullo de agua
brincando de piedra en piedra.

Taninga,
quiero salpicar tus lomadas
con brisas de noches veraniegas.

Aquietarte con el frío de los inviernos
abrazada por el gélido viento sureño.

Taninga,
quiero alumbrar
la alfombra aterciopelada
de tus pastizales.
Quiero aunar el canto de los grillos,
de las chicharras
y el andar silencioso
de graciosas vizcachas.

Quiero pintarte con mis sueños
desatando mi canto
mientras cabalgo entre tus
cerros y lomadas.
(Traslasierra. Voces del 2000.
Antología)



DESCUBRIR

DESCUBRIR
Velia Villarreal

En esas noches pochanas,
acunada con el suave cantar de las chicharras,
descubrí la inmensidad
entre destellos de noches estrelladas.

Y aquí me encontré,
entre sierras y palmares,
bajo una luna dibujada.


Y aquí me quedé,
para el ver el verdor de los maizales,
para sentir la fragancia diáfana
de hierbas y algarrobales.

Pocho, Pocho !
Eres la tierra donde ha quedado mi simiente.
Un hijo que absorbe tu esencia tradicional,
las siluetas de tus cerros,
el color de tus amaneceres,
la transparencia de tus ríos
recorriendo caminos de piedra y sal.

(Traslasierra. Las voces del 2000 . Antología)